¿QUIEN SERA EL CAMPEON DEL MUNDIAL?

martes, 31 de mayo de 2011

El enigmático: Gastón Gaudio


Jonathan Moncayo


Uno de los mayores enemigos de los tenistas son los estados de ánimos. El control y la calma en situaciones apremiantes resultan ser primordiales a la hora de inclinar la balanza. Aclaramos que esos dos amigos nunca acompañaron al tenista nacido en Temperley.

Su locura en la cancha nunca pudo igualar su estatura, 1,75 cm. De cabellera larga, con moño, que se ajustan a su personalidad hasta cierto punto desenfrenada. Un comportamiento caracterizado por distracción moderada a severa, periodos de atención breve, inquietud motora, inestabilidad emocional y conductas impulsivas que se veían reflejadas en las 70 raquetas que rompía por año. Un hombre hogareño que se apoya en su familia para superar algún que otro mal momento anímico.

Haber dejado los estudios a temprana edad; tener que viajar solo durante estancias de más de cuatro meses y tener que mantener sus gastos con lo que ganaba en cada torneo, fueron tal vez una mezcla explosiva que determinó el comportamiento del “Gato” a lo largo de su carrera. Una independencia y responsabilidad para la que quizás no estaba preparado.

En un sin número de ocasiones se ha declarado como una persona tranquila fuera de una cancha, no dentro de ella. Ha sido causante de situaciones desagradables para sus rivales. Como aquella vez que bailo cumbia luego de un triunfo frente a Guillermo Coria, en el 2000, por una simple apuesta que había realizado con un amigo. Sin dudas una de las anécdotas más recordadas se suscitó en el Roland Garros 2006 cuando jugaba contra Ferrer. Ganaba por 4-1 en el quinto set después de casi cuatro horas de juego y de repente mira al entrenador del español y le dice: “quédate tranquilo que este partido lo pierdo”. Quince minutos después se iba derrotado 6-4.
Sus confesiones causan muchos comentarios. En muchas ocasiones se lo escuchó decir que piensa todos los días en retirarse del tenis y de no disfrutar cuando juega. También en una entrevista confesó que el deporte que más odia, a veces es el tenis. Gaudio dice sobre sí mismo: “Veo los nombre y debo ser el peor campeón en la historia de Roland Garros”
Su carrera no tiene rumbo, es el 657 del mundo y ese ranking parece quedarle grande. Viajes a Miami, pretensiones para ser presidente de Independiente de Avellaneda (club de sus amores) y muchas cosas más los definen como un: ¿Ex? Tenista enigmático.